Las actuales negociaciones sobre Ucrania entre Donald Trump y Vladimir Putin, recuerdan demasiado al pacto de 1939 entre Hitler y Stalin para repartirse Polonia, precedido por el Acuerdo de Múnich, firmado un año antes por Reino Unido, Francia y Alemania, por el que las potencias europeas pretendían apaciguar a la bestia otorgándole el dominio de los Sudetes. Lo que siguió fue el estallido de la Segunda Guerra Mundial.
El decidido apoyo del presidente norteamericano al exterminio del pueblo palestino ante el clamoroso silencio de buena parte del mundo, así como su liquidación por derribo de las instituciones que sustentan la democracia (los contrapesos al poder ejecutivo, una prensa y una judicatura autónomas, una Universidad libre y vigorosa, servicios públicos, impuestos progresivos, derechos civiles y derecho internacional...), dibujan un presente oscuro de consecuencias tan imprevisibles como indeseables para el futuro inmediato de la democracia y del humanismo.
No dejes de leer el artículo que, en el suplemento "Ideas" de El País de hoy domingo, firma el poeta, novelista y profesor de la Universidad de Iowa Kaveh Akbar, nacido en Teherán. "¿Y tú qué harás ante el terror de Trump?", titula el diario.
Es un grito de auxilio de un ciudadano asustado ante el cariz que están tomando los acontecimientos en EE. UU. y el mundo.
Comienza así: "Esta noche he abierto Instagram y lo primero que he visto ha sido un vídeo de Rumeysa Ozturk, una alumna turca de doctorado de la Universidad de Tufts (Massachusetts), detenida por el ICE, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los EE. UU. Ozturk iba caminando por la calle cuando se le acercó un agente de paisano escondido bajo una sudadera con capucha y la agarró de las muñecas mientras un segundo agente se acercaba rápidamente para arrebatarle el teléfono de las manos. Ambos acorralaron a Ozturk. En pocos segundos, aparecieron más."
Su atribulado y descorazonador escrito concluye con estas reflexiones y preguntas dirigidas al lector, cómodamente indignado desde el sillón de casa: "Quiero decirte que la impotencia es una coartada. Al igual que la desesperanza. Quiero preguntarte: ¿Qué piensas hacer, concretamente? ¿Mañana y pasado mañana? ¿Cuál será tu gesto para proteger a los más vulnerables, a los señalados, a los invisibles, a los siguientes de la lista? Ayuda. Te lo rogamos ahora que podemos."
(El País, 6-Abril-2025)