jueves, 26 de abril de 2012

Examencitis


EDUCACIÓN O EXÁMENES

La supresión del examen representa el más profundo cambio de orientación en la enseñanza”

FRANCISCO GINER DE LOS RÍOS

Tal vez en más de una ocasión hayamos oído a nuestros hijos lamentarse angustiados: “Mamá, estoy cansada: hoy he tenido dos exámenes y mañana tengo otros dos.” Creo que nuestro sistema adolece de una examencitis aguda que debería hacernos reflexionar.
Soy de la opinión de que a mayor calidad del sistema educativo, menos necesidad de exámenes hay. En otras palabras, de hacer exámenes, los menos; a ser posible, ninguno.
Y son muchos quienes así opinan. Ya vemos lo que escribía el maestro Giner de los Ríos en artículos de títulos tan significativos como “O educación, o exámenes” (Revista Pedagogía Universitaria), donde reniega del que llamaba “sistema corruptor de los exámenes”. Así describía sus demoledores efectos en el alma de un niño: Conocemos perfectamente lo que los malhadados exámenes traen consigo: apenas hay maestro que no lo lamente. La obsesión de los infelices niños, obligados a llevar lecciones que estudiar en su casa después de seis horas de escuela divididas en dos periodos, durante los cuales es muy raro alternen con sus trabajos el descanso, y más raro aún que este descanso consista en juego al aire libre; el odioso cultivo de la memoria mecánica, a fin de que en los exámenes puedan las juntas quedar contentas al oír a los niños responder 'de corrido', como papagayos; la extenuación intelectual, moral y física que de tal sistema resulta...” Y no se refería sólo a las enseñanzas elementales ni tampoco a las medias, también a las universitarias. En otro lugar lamenta que en la Universidad de Valencia se suspendan las clases durante un mes para dedicar todo ese tiempo a realizar exámenes -"uno de los mayores cánceres de nuestra organización universitaria"-, práctica habitual hoy en Universidades como la de Granada ("Carta a Adolfo Posada". Ver en la página "Luces y palabras" en este mismo blog).
Testimonios semejantes hallamos en otros grandes docentes, como Ferrer i Guardia quien diseñó su Escuela Moderna sin exámenes. Éstos serían sustituidos por exposiciones de trabajos por parte de los alumnos. También recomendaba el contacto con la naturaleza, los paseos y las excursiones como parte esencial del proceso educativo. Más recientemente, Paulo Freire sostuvo que los exámenes acentúan la pasividad en la adquisición de los conceptos depositados a través de una serie de pruebas denominadas “objetivas”.
De vuelta a la prosaica realidad, los recortes educativos propuestos por el ministro Wert suponen más grupos y más alumnos por profesor. Esto se traducirá en más exámenes aún, pues un sistema masificado obliga al docente a buscar argumentos para calificar a sus alumnos a través de las llamadas “pruebas objetivas” que, como todo lo objetivo, son también impersonales. Es obvio que el seguimiento personalizado (que es el ideal) se hace inviable cuando el número de alumnos aumenta. Es lo que ocurre hoy en la mayoría de las facultades universitarias donde, en ocasiones, el examen es casi el único instrumento de evaluación.
Un profesor de secundaria tiene actualmente, por término medio, seis grupos de alumnos con una media de 27 alumnos por grupo o clase. Esto hace un total de 162 alumnos. Pues bien, si incrementamos en dos las horas lectivas (lo que supondrá un grupo más de alumnos por profesor en la mayoría de los centros) y también aumentamos la ratio en un 20 % (6 alumnos más por aula), el resultado es que ese profesor tendrá a partir de ahora 69 alumnos más, es decir, 231. Hacer un seguimiento personalizado a 162 alumnos (a algunos de los cuales el susodicho profesor tan solo ve una hora a la semana), supone ya un esfuerzo extra considerable: para eso dedicará sus tardes y más de un fin de semana a lo largo de los cuales preparará materiales adecuados y leerá y corregirá los trabajos de sus alumnos. Pero hacer esto mismo con más de 200 alumnos nos condena irremisiblemente a un trato impersonal y, por tanto, a más exámenes o, lo que es lo mismo, a fiar nuestra evaluación a esas pruebas objetivas. A la postre, esto supondrá una evaluación menos comprensiva, menos equilibrada entre los distintos elementos que deben evaluarse (no sólo los conocimientos); una evaluación menos cualitativa, es decir, más cuantificada. En una palabra, menor calidad educativa.

jueves, 19 de abril de 2012

La lógica del sistema


Expropiar YPF es un escándalo,
pero expropiar su hogar a una familia no lo es

Visita y apoya WWW.STOPDESAHUCIOS.ES

EL GOBIERNO CEDE AL CHANTAJE DE LOS MERCADOS Y ATACA LOS CIMIENTOS DEL ESTADO SOCIAL

Se consuma un hachazo definitivo a las bases del estado del bienestar al reducir en 10.000 millones de euros los presupuestos para sanidad y educación

El anuncio realizado ayer por el Gobierno de España, a través de una escueta nota de prensa, de un nuevo recorte de 10.000 millones de euros en sanidad y educación supone un demoledor ataque a la línea de flotación del Estado social y democrático de Derecho que fija la Constitución española en su Artículo 1, además de significar una nueva burla al pueblo español, a quien se le aseguró no hace mucho tiempo que en ningún caso se tocarían estas partidas.

Cuando tan solo ha transcurrido una semana desde que hizo públicos los Presupuestos Generales del Estado más restrictivos en la reciente historia de nuestro país, con un recorte de casi el 22% de las partidas destinadas a educación, el Gobierno insulta al pueblo español adelantando en un rotativo alemán lo que ayer confirmó con una nota casi telegráfica. Con ello da suficientes pruebas del desprecio que siente hacia la soberanía popular y hacia el Parlamento. Pero además, y sobre todo, demuestra que está plenamente decidido a seguir fielmente el dictado de los llamados “mercados”, eufemismo tras el cual se esconden los grandes grupos financieros y de inversión que están dando un golpe de estado en toda regla en las llamadas naciones democráticas europeas.

Parece hora ya de denunciar la existencia de una hoja de ruta perfectamente delimitada que contempla el trasvase masivo de rentas salariales a las rentas del capital: tras el recorte de los sueldos de los empleados públicos y la reforma laboral, toca reducir el salario social a través de los recortes de servicios públicos esenciales y de privatizaciones masivas. Con ello se hace un doble favor a los mercados pues, además del mencionado trasvase de rentas para recuperar la tasa de ganancia deseada a costa de la clase trabajadora, se pone a su disposición empresas y servicios cuyas infraestructuras han sido costeadas con fondos públicos y cuya gestión y explotación va a pasar a sus manos.

En definitiva, lo que se está haciendo no puede considerarse más que como un robo masivo a los pueblos europeos en general y al español en particular. En este sentido resulta muy esclarecedor que en un país donde el fraude fiscal se estima en unos 90.000 millones, de los cuales el 72% corresponde a las grandes fortunas y a las grandes empresas, de acuerdo con los datos que maneja el Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda, se aplique un recorte de unos 37.000 millones de euros (los casi 27.000 previstos en los PGE más los 10.000 anunciados ayer) y cuya parte sustancial se la llevan las partidas sociales. Este Gobierno actúa así como si fuera un malvado sheriff de Nottingham redivivo. ¿Hasta dónde llegará la paciencia de los esquilmados?

Abril de 2012

Ascensión Cano (Secretaria de organización del Sindicato de Enseñanza de CGT)