martes, 31 de julio de 2012

Recortes en Educación: con la música a otra parte



Carta abierta a la Consejera de Educación de la Junta de Andalucía:
Trece de los 62  alumnos que superaron las Pruebas de Acceso a Primero de Enseñanzas Profesionales de Música en el Conservatorio Profesional Antonio Lorenzo de Motril a finales de mayo no van a poder continuar sus estudios musicales por decisión de su Consejería. La misma situación, con cifras diferentes, se da en los demás conservatorios de la Comunidad Andaluza. Los recortes han llegado finalmente a los alumnos, el actor principal y más débil del proceso de educación y formación de la ciudadanía.
Vergüenza,  dolor, decepción, indignación… No sé si Vd. habrá asistido a una audición de alumnos de Primero de Enseñanzas Elementales: niños en torno a ocho años, peleando sin más recursos que su ilusión con instrumentos que, a veces, abultan tanto como ellos. O a una de Cuarto Curso, con la misma ilusión, pero ya con la firmeza y el brillo en los ojos que les da saberse más cercanos a lo sublime. Entre una y otra, horas y horas de disciplina, de constancia, también, claro, de satisfacción, robadas al juego solitario o compartido con los amigos. Cuatro años de esfuerzo y de ilusión de esos niños y de sus familias, truncados por su decisión. Y para que me sitúe, no hablo de la “cultura del esfuerzo” que tanto le gusta tener en su boca a algunos que no dan un  palo al agua y sólo persiguen aumentar sus privilegios.
Los números de arriba tienen nombre y apellidos. Algunos de ellos, según sus padres, no han querido volver a coger sus instrumentos. Preocúpese Vd.: esto seguramente será pasajero.
Hemos pedido explicaciones en nuestra Delegación Provincial y nos han contestado, luego de vaguedades sobre la crisis y palabras esperanzadoras, con la negativa y el silencio. Las matrículas hechas para Primero de Enseñanzas Profesionales, siguiendo indicaciones de la propia Delegación, quedan anuladas… Ya veremos.
Volviendo a la frialdad de los números y de las leyes: En nuestro conservatorio, admitir a los trece alumnos excluidos no supone aumento del cupo de profesores, según la Dirección del Centro. ¿Entonces? Por otra parte, a mi parecer, su decisión contraviene su propio ordenamiento jurídico: ni el Decreto 241/2007 de 14 de septiembre, ni las Órdenes que lo desarrollan o modifican, incluyen otro requisito para iniciar las Enseñanzas Profesionales que superar las Pruebas de Acceso, como ha ocurrido en cursos anteriores. No soy experto en leyes, pero los abogados existen. ¿Quién correrá con los costes económicos y de energía de los recursos y contenciosos que vendrán? Si quiere que las Pruebas de Acceso se conviertan en una especie de oposición para niños de 12 años o el proceso no le parece el adecuado, primero tendrá que modificarse el ordenamiento.
A estas alturas, está claro que no estoy tratando de música, sino que es una cuestión de derechos del ciudadano. A propósito de la repugnante amnistía fiscal ofrecida por el Gobierno del Estado, recientemente una conocida escritora venía a decir que nunca desde la dictadura de Franco había tenido tantas ganas de emigrar a Francia. Yo pensaba y quiero pensar que aún nos queda Andalucía. Por eso, si a estos trece niños y a los que están en su misma situación en los demás conservatorios, no les permite finalmente seguir sus estudios musicales, como ciudadano le pido a Vd. y a su equipo que haga las maletas y se vaya, con su silencio, a otra parte.

Miguel Ángel Rubio Mirón
Salobreña (Granada)



lunes, 30 de julio de 2012

Puntadas de verano

Metateatro

Que esta vida es sueño y teatro pocos lo ponen en duda. Somos personajes en una farsa que adquiere distintos tonos y así es comedia, drama, tragedia o tragicomedia según los casos. En medio de este engaño en el que nada es lo que parece, salvo el desenlace final, la filosofía y la ciencia constituyen loables esfuerzos por aprehender una porción de la realidad más verosímil. Pero esta se esconde, es escurridiza, poliédrica e incluso camaleónica. La religión viene a ser aquí un teatro dentro del teatro: una sobreactuación que pretende imponerse como verdad única tanto a quienes entran en el juego como a quienes no entramos. En la religión, en sus rituales, todo parece doblemente falso a quien mira desde fuera.

Mártires

No debiera alardear la Iglesia católica de sus mártires, pues esta institución ha sido siempre (o casi, o sea, desde que ostenta el poder político a partir del siglo IV de nuestra era) una máquina de ejecutar disidentes. Ya en este siglo son abundantes los casos, incluso en la Hispania romana. Pero el más conocido es la de la filósofa Hipatia, directora de la Biblioteca de Alejandría a finales de este mismo siglo IV. Acusada de impiedad fue desollada viva, arrastrada por la ciudad, descuartizada y quemada por las hordas cristianas alentadas por el obispo Cirilo, proclamado después santo. Toda la obra de esta mártir del conocimiento fue destruida. La Biblioteca, con sus riquísimos fondos, quemada. Comenzaba la Edad Media.

El arzobispo y los funcionarios

Dispara el señor arzobispo de Granada a todo lo que se mueve. Por sus palabras lo conocemos y creemos que reúne méritos suficientes para ser acusado ante un juez de diversos delitos.  Habló el eximio representante del poder religioso, económico y mediático sobre la ley del aborto, a la que comparó con el régimen de Hitler. Por si sus feligreses no entendían, añadió que esta ley justifica la violencia contra las mujeres 'argumentando' (no son argumentos, sino falacias) que alguien que aborta da a los varones “la licencia absoluta, sin límites, de abusar” de su cuerpo. Ahora arremete contra los jóvenes que pretenden convertirse en funcionarios: les falta espíritu emprendedor, son síntoma de una enfermedad social. No entiende la función pública como sostenedora de servicios sociales básicos porque él no los necesita ni ha creído nunca en ellos: la escuela pública, la sanidad universal y gratuita.