Hoy, 26 de mayo de 2020, se cumplen 189 años
de la vil ejecución de Mariana Pineda a garrote con 26
años. Corría en España la Década Ominosa, como se
conocen las tropelías cometidas en sus diez últimos años de
reinado por Fernando VII, el Rey
Felón, el Borbón que traicionó su promesa de lealtad a la
Constitución liberal de 1812 para perseguir sin descanso a los
liberales españoles con el decidido apoyo de los poderes fácticos, tan activos en la España de hoy como en la de entonces. Con Mariana, cayeron víctimas del yugo absolutista Torrijos, Espoz y Mina o Riego. Los
medios locales no mencionan hoy la efemérides y el cadáver de la
joven luchadora, que esperó su temprana muerte presa en el Convento de
las Arrecogidas, sigue encerrado en los oscuros sótanos de la
Catedral de Granada, inaccesible para quienes quisiéramos rendir
homenaje a sus nobles restos. Cada curso, visito con mis alumnos su casa museo en la
Calle Águila, utilizando para ellos el material didáctico
que pueden encontrar en este mismo blog (Filosofía en Secundaria). Desde aquí, pedimos que el 26 de Mayo sea declarado
festividad local (en sustitución del dos de enero, Día de la Toma
de la ciudad), y que sus restos sean trasladados al cementerio
municipal donde puedan ser honrados y visitados.
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