ARM, Verano |
EN UN BAR DE BARRIO
En un bar de barrio, gente cansada que viene del campo y al campo vuelve, conversaciones sencillas sobre cosas tangibles y lugares de bellos nombres: Zumacares, Contadero o La Alcaparrosa. Palabras precisas sobre cultivos, bestias y aperos, sobre jabalíes que cruzan caminos, beben en manantiales oscuros y saltan lindes en la furtiva noche; sobre la pertinaz sequía o los lances de la caza; sobre pájaros y arroyos recónditos; sobre malas hierbas; sobre parcelas en la dehesa, la nava y el soto; sobre el precio de la patata y el abono; sobre lo que no pudo ser, lo que fue, lo que será y lo que es.
Oigo el lenguaje cabal de sus almas, con un poso de años, de palabras
sin aristas por el uso, por el roce del tiempo, que no las gasta ni las
banaliza, pero deja en ellas un profundo rastro de memoria, de experiencias, de
sudores y esperanzas; de amor y dolor, de bodas, bautizos y funerales; de
largos silencios y olvidadas miradas azules al amanecer; de abrazos y
despedidas; del calor del lecho y la hoguera; de besos y soledad; de rencores
taimados y podridos, de amistades eternas; de la lluvia y el eco del trueno, de
la hierba fresca y el pasto seco del estío; de setenta veces siete y de
ninguna; de toda la vida y de jamás; de miedos antiguos y luminosas mañanas; de
rezos y misterios; de cuerpos cansados y satisfechos, que ya no esperan más de
lo que han tenido, y que un día se apagarán, como se agotan el aceite y el vino
en la bodega; como se extinguen el amor y el recuerdo, el tiempo y la palabra.
Andújar, un día de mayo en la terraza del bar “El Santo” (Camino
del cementerio)
José Luis Jurado Salido, Arco Chico Var
PARA EL "VAR ARCO CHICO" de Andújar
Var –que no bar− de copas,
porque el tuyo es varadero donde
carenan naos de diverso pelo.
Rincón de encuentro, prolongación natural
de la casa, cobijo para el solitario,
lugar de abrigo para el todo o la nada:
Arco Chico, puerta primitiva
de la vieja ciudadela árabe.
Ni tragaperras ni tele que nos
distraigan de lo que cuenta:
la conversación y el chascarrillo,
la ambrosía de la amistad,
la palabra sincera.
Espacio de libertad y fiesta,
templo del vino, relajador de miembros,
querencia de la barra.
Aquí somos buenos y generosos,
aquí nos sentimos mejores,
en este lugar de tránsito
de la solemne plática a la risa limpia o canalla.
Refugio, posada, asilo, venta …
Antonio, tomemos otra copa.
No lo podías describir mejor, parece que lo he vivido de nuevo. Gracias amigo
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