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viernes, 18 de diciembre de 2020

LA LEY CELAÁ, DIÓGENES Y LOS CÍNICOS

  
  
El Gimnosofista Olmo de Granada ante la puerta
de la Catedral a la hora
de la misa de domingo

 
Decía Diógenes de 
Sínope, el cínico, que el mundo es una sola casa de todos, una aldea global; y, cuando alguien le preguntaba por sus orígenes,  contestaba que no era ciudadano de Atenas o de Grecia, sino del cosmos, del mundo. Así nace en la antigua Grecia el concepto de cosmopolitismo. Este primer ácrata, una especie de protohippie, se rebelaba contra las normas y convenciones morales. Sus enemigos le insultaban llamándole "perro" (kynós, cínico) y "Sócrates loco" (apodo debido al envidioso Platón). Diógenes debió de pensar que la convención más constrictiva era la de la nacionalidad y el Estado a ella asociada. ¡Qué moderno suena aún este viejo maestro que paseaba por el ágora su desnudez libre y austera!  

    Si algún acontecimiento en los últimos años nos ha permitido sentir esa fraternidad natural, esa Humanidad de la que todos, abocados a un destino común, formamos parte, ha sido esta maldita pandemia que azota por igual a países de todas latitudes y continentes, tanto a los países más ricos como a los empobrecidos. Pero, tal vez, con mayor furia a los ricos porque es aquí donde más se concentran los perversos efectos de un sistema cuya lógica mercantilista no atiende a otra cosa que no sean balances de resultados, y a una ley de mercado que no es sino la ley del más fuerte, la de la selva.

    Pero esta pandemia que ya dura casi un año, ¡ay!, no nos ha cambiado sustancialmente. Por eso, Donald Trump, un embustero abusón, que no se ha distinguido por conducirse con respeto hacia valores esenciales como el cuidado de la Naturaleza, la justicia social o la defensa de los derechos fundamentales, aunque haya perdido las elecciones, ha obtenido millones de votos más que hace cuatro años, resultando ser el segundo candidato a presidente de los EEUU más votado de la historia. Esto ha sucedido en el país con más muertos por COVID del mundo.
    Afortunadamente, para esto sí que hay una vacuna bien testada a lo largo de la historia: una enseñanza pública, gratuita, laica y de calidad para todos. Ya lo vio otro eminente ateniense, el descreído Protágoras, que la incluyó en la Constitución que redactó para Turios, el sueño del gran Pericles, por encargo de este.
    Si, al rebufo de las dos encabalgadas crisis que padecemos, el fascismo no ha conseguido -por ahora- lo que alcanzó en la Europa de los años treinta -que venía de la Gran Guerra y del crack del 29-, es porque los índices de alfabetización de la sociedad europea actual son, afortunadamente, mucho mayores. Pero la amenaza de ese virus permanece y permanecerá siempre.
    Y con enseñanza pública gratuita me refiero a todos los niveles, desde infantil a enseñanza superior. La enseñanza pública inclusiva es el camino, el único camino. Y esto lo saben muy bien las religiones, las del alma y las del dinero. Por eso llevan siglos peleando por no soltar ese bocado de sus fauces, animadas por un cinismo (con permiso del de Sínope) embriagado de poder y dinero.

    Les sabe a poco que, en las escuelas públicas españolas, personal sin más criterio de selección que el de ser elegido a dedo por los clérigos (pero pagado con nuestros impuestos) esté impartiendo doctrinas religiosas en pie de igualdad con asignaturas científicas y humanísticas. En España, las religiones agraciadas son la católica, la musulmana y la judía.     A esto lo llaman ahora laicidad inclusiva. (Un episodio más en la descarnada lucha por apropiarse de las palabras).
    ¿Hasta dónde llega lo que ellos denominan arteramente "libertad de enseñanza"? ¿Se refieren a permitir que se enseñe que una mujer debe ocultarse para no despertar la fiera que todo hombre lleva dentro? ¿O a proclamar que la virginidad es una virtud y la homosexualidad una patología, cuando no un pecado? ¿A prohibir que se enseñe a Darwin? ¿A proscribir una tan necesaria como ausente educación afectiva y sexual?
    Sus antivalores e imposiciones, intolerables en un Estado de derecho, se están propalando hoy en nuestras aulas. La nueva ley educativa, LOMLOE o Ley Celaá, no me gusta, no. Pero no porque se pase, sino porque se queda corta, muy corta. No resuelve este gravísimo asunto. Y, sin embargo, la secta de la reacción clama al cielo.

    Va a ser, de nuevo, una ocasión perdida.

    ¿Habrá otra?

FILOSOFÍA Y LAICISMO

domingo, 13 de diciembre de 2020

Ley Celaá, Albert Camus, libertad de enseñanza

 


En noviembre de 1957, poco después de conocer la concesión del Premio Nobel, Albert Camus se dirige a su maestro de Primaria en Argel para decirle que, sin sus enseñanzas y apoyo, ese premio no habría llegado nunca. El maestro le responde con esta carta. En ella expresa su preocupación por la amenaza que se cierne sobre uno de los valores considerados, entonces como ahora, esenciales para la escuela pública francesa: la laicidad. Sus palabras son extraordinariamente actuales.
Sesenta años después, en España, seguimos en las mismas frente a quienes, ante la nueva ley educativa, esgrimen una supuesta libertad de enseñanza que viene a ser una enseñanza a la carta, pero pagada por todos.

<<Mi pequeño Albert:

He recibido, enviado por ti, el libro "Camus", que ha tenido a bien dedicarme su autor, el señor J.-Cl.Brisville.

Soy incapaz de expresar la alegría que me has dado con la gentileza de tu gesto ni sé cómo agradecértelo. Si fuera posible, abrazaría muy fuerte al mocetón en que te has convertido y que seguirá siendo para mí "mi pequeño Camus".

Todavía no he leído la obra, salvo las primeras páginas. ¿Quién es Camus? Tengo la impresión de que los que tratan de penetrar en tu personalidad no lo consiguen. Siempre has mostrado un pudor instintivo ante la idea de descubrir tu naturaleza, tus sentimientos. Cuando mejor lo consigues es cuando eres simple, directo. ¡Y ahora, bueno! Esas impresiones me las dabas en clase. El pedagogo que quiere desempeñar concienzudamente su oficio no descuida ninguna ocasión para conocer a sus alumnos, sus hijos, y éstas se presentan constantemente. Una respuesta, un gesto, una mirada, son ampliamente reveladores. Creo conocer bien al simpático hombrecito que eras y el niño, muy a menudo, contiene en germen al hombre que llegará a ser. El placer de estar en clase resplandecía en toda tu persona. Tu cara expresaba optimismo. [...]

He visto la lista en constante aumento de las obras que te están dedicadas o que hablan de ti. Y es para mí una satisfacción muy grande comprobar que tu celebridad (es la pura verdad) no se te ha subido a la cabeza. Sigues siendo Camus: bravo. [...]

Hace ya bastante tiempo que no nos vemos.

Antes de terminar, quiero decirte cuánto me hacen sufrir, como maestro laico que soy, los proyectos amenazadores que se urden contra nuestra escuela. Creo haber respetado, durante toda mi carrera, lo más sagrado que hay en el niño: el derecho a buscar su verdad. Os he amado a todos y creo haber hecho todo lo posible por no manifestar mis ideas y no pesar sobre vuestras jóvenes inteligencias. Cuando se trataba de Dios (está en el programa), yo decía que algunos creen, otros no. Y que en la plenitud de sus derechos, cada uno hace lo que quiere. De la misma manera, en el capítulo de las religiones, me limitaba a señalar las que existen, y que profesaban todos aquellos que lo deseaban. A decir verdad, añadía que hay personas que no practican ninguna religión. Sé que esto no agrada a quienes quisieran hacer de los maestros unos viajantes de comercio de la religión, y para más precisión, de la religión católica. En la escuela primaria de Argel (instalada entonces en el parque Galland), mi padre, como mis compañeros, estaba obligado a ir a misa y a comulgar todos los domingos. Un día, harto de esta constricción. ¡metió la hostia "consagrada" dentro de un libro de misa y lo cerró! El director de la escuela, informado del hecho, no vaciló en expulsarlo. Esto es lo que quieren los partidarios de una "Escuela Libre" (libre... de pensar como ellos). Temo que, dada la composición de la actual Cámara de Diputados, esta mala jugada dé buen resultado. "Le Canard enchaîné" ha señalado que, en un departamento, unas cien clases de la escuela laica funcionan con el crucifijo colgado en la pared. Eso me parece un atentado abominable contra la conciencia de los niños. ¿Qué pasará dentro de un tiempo? Estas reflexiones me causan una profunda tristeza. [...]

Recuerda que, aunque no escriba, pienso con frecuencia en todos vosotros. Mi señora y yo os abrazamos fuertemente a los cuatro. Afectuosamente vuestro>>
Louis Germain. Argel, 30 de abril de 1959.

viernes, 27 de noviembre de 2020




Ángel Ramírez Medina, Amor fati. Aventuras y desventuras de la joven Hipatia
Edición digital y en papel en Amazon.es (Clicar aquí)

Una lectura recomendada para mentes inquietas, a partir de los 16 años. Interesante material de apoyo para las clases de FILOSOFÍA DE BACHILLERATO.
En Amor fati, el amor y el destino, las titánicas fuerzas que arrastran las débiles voluntades humanas, atraviesan toda la trama argumental. Su protagonista es Hipatia, estudiante de Ciencias Políticas, que narra en un tono personal e intimista tres semanas de un verano muy especial. En él conoce a Cine, un joven solitario que alberga la descabellada esperanza de desarmar el sistema político-económico imperante. Hipatia experimenta junto a él sentimientos tumultuosos, a la vez que la evolución de los dos personajes nos va deparando algunas sorpresas.
Irina, joven profesora interina universitaria; Dara, un estudiante tangerino; y Amanda, profesora de filosofía ya retirada,
comparten también sus días con ellos. A través de sus diálogos, la novela nos introduce en los grandes temas de la filosofía existencial, al tiempo que vamos descubriendo corazones entusiastas, tiernos y llenos de proyectos; pero velados también en profundas sombras.
















LA GUÍA DE MICHA



Ángel Ramírez Medina, Historia de la Filosofía 2º de Bachillerato, LA GUÍA DE MICHA.
Tríptico de seis páginas con los contenidos fundamentales de la Historia de la Filosofía de 2º de Bachillerato. (INCLUYE: Platón, Aristóteles, Tomás de Aquino, René Descartes, David Hume, Immanuel Kant, Karl Marx, Friedrich Nietzsche, José Ortega y Gasset). 
(Otras guías: Clicar aquí)

jueves, 8 de octubre de 2020

Convocada huelga general en la enseñanza en Andalucía para los días 9 y 15 de octubrte


El Sindicato CGT ha convocado huelga general en la enseñanza en Andalucía 
para el viernes 9 de octubre y el jueves día 15 de octubre. Se pide más 
contratación de profesorado y más recursos para garantizar que los centros 
educativos son seguros con enseñanza presencial para tod@s, sin necesidad 
de dejar a una parte del alumnado en sus casas de manera alternativa.
Resulta extraño que, a la vista de los acontecimientos, otros sindicatos 
de clase no se sumen a la convocatoria. El problema está en ellos, 
no en quienes convocan, porque sobran motivos y sobran también excusas. 
No basta con quejarse, hay que expresar públicamente la protesta 
por tanta carencia de medios, tanto desatino y tanta lógica de mercado 
ingresando en la escuela pública. 
Hay quien dice que solo una huelga indefinida es eficaz. Pero con el actual 
grado de desmovilización que se observa en la educación, nadie en su sano
juicio puede pretender que un sindicato convoque huelga indefinida. Llegar a 
esa situación requiere ir paso a paso con pequeñas y continuas movilizaciones.
La huelga es y ha sido históricamente, mientras no se invente otro medio 
de lucha, el recurso más eficaz para avanzar en derechos. 
Si la huelga es poco eficaz, lo menos eficaz es
agachar las orejas y acudir a fichar cada día como si nada ocurriera. 
El poder desea sembrar la división y el desánimo entre los docentes, 
el alumnado y las familias. Y lo está consiguiendo. 
¡Súmate al paro y sal a la calle para hacerte escuchar!


"Intelijencia, dame el nombre exacto de las cosas", 
pedía Juan Ramón Jiménez, y ya es hora de reivindicar 
que las palabras dejen de ser manoseadas por esos 
predicadores de la podredumbre: 
flexibilidad significa precariedad y esclavitud, crisis 
significa estafa del sistema, medidas de ajuste significa 
robo al pueblo, mercados significa banda de criminales... 
Huelga significa lucha, rebeldía, dignidad... 
(A. Orihuela)
Sobran excusas:
-Si no te convencen quienes convocan la huelga, piensa en tus propios motivos y en los de los compañeros que van a secundarla.
-Si te duele la pérdida del jornal de un día de trabajo, piensa en los miles de euros que ya te han recortado y te seguirán recortando si no lo impedimos entre todos.
-Si piensas que una huelga general vale de poco, considera que acudir al trabajo como si nada pasase no ayudará a resolver ningún problema.
-Si te dicen que hacer huelga no es solidario, considera que, al contrario, la huelga supone siempre un sacrificio para quien la hace.

Sobran motivos:
-Los centros educativos son hoy un lugar propicio al contagio del COVID. La salud de alumnado y docentes importa bien poco a los gerentes públicos. La única solución viable es invertir en más profesorado para reducir la ratio. Hoy hay institutos en Andalucía con 36 alumnos por aula. 
-Ataque a la enseñanza pública (disminución en más de 8000 millones los recursos destinados a educación en los últimos años, con lo que el porcentaje de inversión español en educación respecto a nuestro PIB es de un 4,3%, inferior a la media de la OCDE y de la UE. Esto supone una disminución de becas, una disminución de miles de docentes, una peor atención a la diversidad de nuestras aulas, el incremento de las tasas universitarias, del número de alumnos por aula, la disminución de los recursos materiales de los centros públicos, la disminución de los fondos para investigación…)
- Precarización progresiva y privatización encubierta a través de las subcontratas para personal de limpieza, de comedor, monitores de apoyo o de administración... Una práctica que fue habitual ya en el anterior gobierno socialista andaluz y que este sigue practicando a sus anchas.
-Los niveles actuales de inversión educativa en España se aproximan a los de los años 80, cuando la enseñanza no era obligatoria hasta los 16 años, no había gratuidad en infantil y las aulas españolas contaban con mucho menos alumnado.
-Mientras se cierran aulas en la enseñanza pública, se siguen concertando en la privada con la excusa de la libertad de elección de los padres. El Estado tiene la obligación de ofrecer una educación pública laica, científica y humanista de calidad contrastada, pero no de atender a las demandas en formación religiosa o ideológica de cada familia.
-Recortes de nuestros derechos laborales como trabajadores públicos (más inestabilidad laboral, bajas médicas penalizadas, incremento de nuestras horas de trabajo, más carga docente en grupos y alumnado que atender, disminución de salario, aumento de la edad de jubilación y del número de años para calcular la pensión, recorte del subsidio de desempleo…) Hay docentes en primaria y secundaria que atienden a más de 300 alumnos. ¡Y se les pide una atención individualizada!
-No hay recursos para la educación, pero sí los hubo en abundancia para un rescate multimillonario de los bancos…
- El modelo mercantilista y privatizador de la educación le arrebata el futuro a nuestros hijos, nuestros estudiantes, nuestros jóvenes. La Junta de Andalucía va a concertar Bachillerato y Formación Profesional. Programas como el Bachillerato Internacional -al que tanta atención y medios dedica la actual Consejería de Eduación- donde lo que prima son los resultados tangibles, la competitividad elitista y la eficiencia, y no el aprendizaje colaborativo y la formación en valores, así lo prueban. Se trata de un Programa gestionado por una entidad privada pero que se está implantando en centros públicos andaluces y de otras comunidades.
Si no lo evitamos con nuestra rebeldía, la Enseñanza pública acabará siendo subsidiaria de la privada.

viernes, 21 de agosto de 2020

Laicismo, federación y república

 El profesor José Antonio Pérez Tapias reflexiona en su  artículo Laicidad, federación y república (en CTXT) en torno a las carencias de la democracia española. Son ya viejas goteras de un sistema cuya Constitución no votaron los jóvenes de hoy ni tan siquiera sus padres.  Los desmanes del rey emérito muestran con mayor crudeza la necesidad de reformas profundas que deben ser sometidas a plebiscito. Tapias opone al lema carlista"Dios, patria y rey" el trípode reformista encarnado en la laicidad del Estado como garantía de la libertad de conciencia, el federalismo como solución al plurinacionalismo de los pueblos de España, y una república cosmopolita como único marco posible para poderfomentar el bien común como principio de la praxis política y erradicar los vestigios del régimen franquista.

sábado, 11 de julio de 2020

Infrahistoria

     
       Hablaba Miguel de Unamuno de la intrahistoria, el curso subterráneo de la “tradición eterna”. Nosotros vamos a referirnos a ese cauce oculto con el término “infrahistoria”, con permiso del viejo filósofo: las historias de cada pueblo y aldea, de cada familia, de cada persona o aun de cada ser vivo; pues, por humilde que sea, tiene su existencia un discurrir en una circunstancia que puede ser narrada.

Toda peripecia vital tiene sus efectos en otras vidas próximas o lejanas y también en su entorno, como el célebre batir de alas de la frágil y recóndita mariposa. Son vidas cuyo decurso temporal corre oculto bajo la tramoya de los macroacontecimientos de héroes y personajes que siempre cuentan, maquillan, falsean los vencedores.
Hoy paseo por una angosta vereda que une Cáñar con Soportújar, en las Alpujarras granadinas, atravesando un edén de horizontes lejanos y escarpadas lomas, veneros vírgenes y acequias añosas. Un acoplamiento armonioso del afán de sucesivas generaciones domesticando con respeto el medio natural con sus caminos sin asfalto, sus casitas de launas orientadas al sur, sus sencillos huertos abancalados y los centenarios castaños son las únicas catedrales que yo admiro”, me confesó  hace tiempo un nietzscheano pastor de estos pagos que hunden profundas las raíces en la arriscada pendiente para frenar la erosión y dar frondosa sombra a las manos que los sembraron.
Dos ruiseñores sostienen una prolongada conversación en esta fresca mañana de julio con el rumor del río Chico como fondo de bajo continuo. No conocen otro lugar ni desean otra vida u otro paraíso que este que habitan en los días de su breve existencia, de su ignota infrahistoria que hoy se cruzó con la mía.

martes, 26 de mayo de 2020

¡POR FAVOR! SIN RUIDO NI FURIA (escrito a modo de exorcismo contra la desolación y el insomnio)

Miguel Ángel Rubio Mirón (Profesor de Enseñanza Secundaria)


         Al dolor inmenso que está provocando en todos nosotros esta pandemia viene a añadirse ahora, en mí al menos, la tristeza y la rabia de una imagen falsa, que, sin embargo, se extiende en la calle. Una especie de mancha de impureza trágica e inevitable que nos define como país: no somos coreanos ni alemanes, eficientes y cumplidores; tampoco portugueses, además de lo anterior, leales y solidarios.
No. En nosotros es congénita la semilla de la división, del egoísmo y la deslealtad; la imposibilidad de un proyecto común. Incluso en estos tiempos de desgarro, huecos de vida.
¿Por qué esa imagen? ¡No es cierta!
En los momentos de peligro absoluto, el alma humana entra en tensión entre dos impulsos. El egoísta del “¡Sálvese quien pueda!” y el de la ayuda mutua. Necesario y natural el primero, el segundo viene a complementarlo pronto, por inteligencia y por solidaridad de grupo. La salvación o es común o no es. Sólo los muy ciegos o los cegados no lo entienden.
Contra esa imagen, lo que yo he visto y veo muy mayoritariamente son personas que cumplen y ayudan. Sanitarios a la cabeza, y también los demás colectivos. Por hablar del mío, el docente, que es el que mejor conozco, los profesores estamos poniendo nuestro tiempo, nuestros medios y nuestra salud en el empeño, sin el mayor aliciente para nosotros, que es ver el brillo del conocimiento en los ojos de nuestros alumnos y sentir su cercanía atenta o bulliciosa, pero reconfortados en nuestro esfuerzo por su respuesta y la de sus familias –que nosotros también tenemos, por cierto. (Se me ocurre ahora que el beneficio que les estamos generando con nuestro trabajo a compañías eléctricas y de telefonía podría revertir, por ejemplo, en las arcas del Estado. ¿A nadie en los distintos gobiernos se le ha ocurrido?).
Esta es la realidad social que observo. En el trabajo en los campos -¡qué bien ahora los trabajadores migrantes, eh!-, en las tiendas y mercados, en las terrazas que vuelven a servir, en los servicios de limpieza, en los transportistas… en la solidaridad vecinal con las personas de riesgo.
Es cierto que hay actitudes minoritarias de los “ciegos” o “cegados” de los que hablaba arriba, que nos ponen en peligro a todos, pero esto no debe hacernos olvidar lo general. Es cierto también que algunos lo hacen organizados. Y esto es más preocupante porque inocula miedo, desconfianza y disgrega cuando necesitamos unidad.
Patriotas de sus privilegios y voceros de machismo y xenofobia ocupan el espacio público esparciendo ruido y odio, pavoneándose en actitud chulesca. Con banderas que vejan al apropiarse de ellas de forma espuria, para desánimo de los ciudadanos que sienten que es la de todos. Banderas humilladas y ruido, porque de los bulos y falsedades que generan ellos y sus medios, y de los que en un círculo vicioso se alimentan, no pueden surgir argumentos, ni siquiera lemas. Lo importante es derribar al Gobierno. Según ellos, resulta que tenemos un gobierno de incompetentes y asesinos que, además, nos arrebata la libertad. No entiendo cómo no han dicho aún que el virus lo ha fabricado el Vicepresidente Endemoniado en su mansión de la Sierra, fruto de una trama venezolana (“¡No des ideas!” dice Bala, mi perra, que aúlla en latín). –perdón por haber perdido el tono-. 
Sencillamente, es una ofensa para las personas que nos han dejado y, por desgracia, para las que todavía nos van a dejar, para sus familias y para los ciudadanos que las acompañamos en el dolor. Una ofensa de ellos, a quienes tanto les preocupan sus caídos.
Estas marchas, en coches no porque no tengan conciencia ecológica, sino porque no las pueden hacer a caballo, las hacen apoyándose en la “libertad de expresión” y en la “democracia”, libertad y democracia que sólo respetan cuando alcanzan el poder los suyos.
La democracia de verdad, la que integra en la discrepancia mediante el debate es inclusiva, no excluyente. “Diferenciar amigo y enemigo es contrario al espíritu democrático” (J. L. Villacañas, Imperiofilia y el populismo nacional-católico). Es lo más valioso para una comunidad de ciudadanos justa y libre. Y hay que defenderla. La Atenas clásica, que inició el camino, en la que la parrhesía, la libertad de palabra, era el cimiento de la democracia, castigó a Frínico por poner en escena el dolor de la ciudad de Mileto tomada por los persas. Nuestras leyes, porque la nuestra quiere ser una democracia avanzada, ¿no?, no permiten actuar así con quienes se quieren aprovechar del dolor de sus conciudadanos. Pero estos desalmados deben merecer nuestra reprobación moral desde el conocimiento y desde las convicciones democráticas. Y como auténticos demócratas tenemos la obligación y el derecho de hacer esa reprobación de forma individual y colectiva, dentro de las normas que hemos acordado, a no ser que queramos ser simplemente unos idiotaien griego, de nuevo, “quienes se despreocupan de los asuntos públicos y sólo atienden a lo particular”).
En esta cuestión de la defensa de la democracia y de nuestra propia imagen tienen un papel fundamental los medios de comunicación (conocimiento) y las formaciones políticas (fortaleza democrática).
Hay que ser escrupulosamente profesional -y sabemos lo que eso significa- al abordar la realidad para transformarla en noticia. En todos los medios y especialmente en los públicos. En La 1, el tratamiento de la “marcha por la libertad” de ayer, sábado 23 de mayo, ocupó un espacio exagerado y tuvo un tratamiento casi apologético por, espero, purismo mal entendido. Muchos coches, mucho color, calles colapsadas, pero ¿Cuántas personas participaron? ¿Qué efecto sobre la ciudadanía? ¿Qué pretendían los participantes? ¿Ser objetivos es poner un micro al alcance, de quiénes? Me temo que los “marchadores” estarán encantados. ¿Críticas u oposición a la marcha? Alguna, para que no se diga.
A mí me ha llegado un vídeo en el que unos jóvenes, “agresivamente” armados con textos contrarios a la marcha –imagino- escritos en cartones, intentan hacerse visibles a los manifestantes, que guardan, ¡naturalmente!, la distancia física. Son rechazados, porra en mano, por dos policías, que no son La policía democrática, pero son policía democrática, entre vítores vergonzosos. Parafraseando a Galeano, “pajarillos de la subversión disparando a las escopetas de la libertad”. Ahí hay noticia, sólo son cuatro jóvenes, pero defendiendo la democracia.
No les habrá llegado a los responsables de los Informativos o puede que hayan pensado que es un bulo… Igual que el del asunto del palo de golf o la escoba, tratado frívolamente en RNE1. ¡Personalmente me importa un pito que sea una cosa u otra el instrumento con el que el borjamari de turno ataca la señal de tráfico! Me importa el gesto y lo que significa.
Y por seguir con noticias… Muchas me han conmovido en este tiempo: imágenes de los hospitales colapsados, fallecidos sin acompañantes, ancianos en sus residencias, colas de personas esperando comida… Todas dolorosas y cubiertas informativamente con la profusión y la sensibilidad obligadas. Se me han quedado grabadas en la memoria también, sin saber muy bien por qué, dos menos impactantes, pero asimismo significativas: la queja-petición de un migrante recordando su trabajo en los campos y pidiendo derechos básicos, y la súplica de una señora del barrio de Salamanca de que no se les estigmatice a todos los vecinos por lo que hacen unos energúmenos en su barrio. Todos unidos por el dolor y la injusticia. De los dos últimos casos también se puede hacer un buen tratamiento informativo.
Otro lugar común muy extendido y al que se echa en buena medida la culpa de nuestra imagen negativa son nuestros políticos, movidos sólo por sus intereses de partido, incapaces de consensuar medidas, alejados de los ciudadanos… ¡Todos por igual! ¿Para qué la democracia?
La equidistancia es siempre interesada, o el refugio del perezoso intelectual. Tiene vacuna: se llama conocimiento y preocupación por la verdad y su difusión. Espero que el tiempo, con el testimonio de expertos y científicos, y no sólo del equipo gubernamental, ponga a cada uno en su sitio y cada uno cargue con su responsabilidad. Responsabilidad en el origen de la crisis, en su actitud política ante ella y en su manera de afrontar la salida, si es que esta llega.
Por supuesto que la crítica es necesaria: los errores en las decisiones tomadas, graves; la falta de transparencia en la toma de decisiones, la imposición incluso, posibles. Pero esto no justifica la deslealtad de apoyar y alentar operaciones de acoso y derribo al gobierno legítimo sea como sea.
Nunca he votado, ni creo que lo haga, al partido mayoritario en el Gobierno de la nación. Por muchos motivos: OTAN, privatizaciones, casos de corrupción… pero, sobre todo, por haber permitido que la Educación Pública, el elemento principal de integración democrática y de promoción de la igualdad entre los ciudadanos, haya terminado cayendo, en una parte importantísima, en manos de una iniciativa privada que en nombre de la “libertad de elección” consigue la financiación de sus privilegios con el nombre de conciertos. Tampoco que en la Educación Pública no se haya apostado por la integración de la diversidad que nos constituye como nación de naciones. ¿Por qué en todo el tiempo de democracia bajo gobiernos socialistas no se ha diseñado, por ejemplo, una asignatura común a todos los futuros ciudadanos que sencillamente a mí, que soy extremeño de origen, me permita pedir el pan en catalán en Besalú, en gallego en Cambados o en euskera en Etxalar? “El fascismo también es un virus” dice con razón Rufián. También puede llegar a serlo el nacionalismo. Y ambos tienen también vacuna en una Educación Pública al servicio de la democracia. Y en cambio, en las aulas se sigue adoctrinando.
Pocas simpatías por el principal partido del Gobierno; tampoco entusiasmo por su aliado principal. Pero están actuando con decisión y medida; con voluntad de atender todos los frentes con todos los medios disponibles; elaborando disposiciones legales –ley climática, renta mínima, becas, cambios en la reforma laboral… y todo ello, en medio de esta situación crítica. ¿Carta blanca? No. ¿Apoyo crítico a un gobierno legítimo? Sí.
Y también pensar y repensar cómo estamos. ¿Por qué hemos llegado a esta situación? ¿Cómo evitar que vuelva a darse? ¿Cómo redefinimos los servicios esenciales? 
Un economista hablaba ayer en RNE1 de reactivar la economía propiciando el consumo. ¿Será una reactivación ligada a unas prácticas de economía ecológicamente sostenible? ¿Volveremos a un turismo de masas que invada las ciudades y deteriore el medio ambiente? Supongo que todos hemos notado, en medio de este desastre, el placer de unas calles sin tráfico, con un silencio sólo amenizado por el bullicio de los niños jugando, por los trinos de los pájaros volviendo a sus hogares de fronda renovada… Muchos retos.
Prudencia y mucho estudio necesario. Porque vuelve el fútbol, que entretiene, pero poco enseña. Estudio de la realidad y de la Historia que enseña y, además, entretiene, y que, entre otras cosas, nos advierte de que la serpiente nace de un pequeño huevo.

(SI DESEAS APOYAR ESTE MANIFIESTO CON TU FIRMA, PUEDES HACERLO AQUÍ: EN DEFENSA DE LA DEMOCRACIA)



Mariana Pineda, 26 de mayo


Hoy, 26 de mayo de 2020, se cumplen 189 años de la vil ejecución de Mariana Pineda a garrote con 26 años. Corría en España la Década Ominosa, como se conocen las tropelías cometidas en sus diez últimos años de reinado por Fernando VII, el Rey Felón, el Borbón que traicionó su promesa de lealtad a la Constitución liberal de 1812 para perseguir sin descanso a los liberales españoles con el decidido apoyo de los poderes fácticos, tan activos en la España de hoy como en la de entonces. Con Mariana, cayeron víctimas del yugo absolutista Torrijos, Espoz y Mina o Riego. Los medios locales no mencionan hoy la efemérides y el cadáver de la joven luchadora, que esperó su temprana muerte presa en el Convento de las Arrecogidas, sigue encerrado en los oscuros sótanos de la Catedral de Granada, inaccesible para quienes quisiéramos rendir homenaje a sus nobles restos. Cada curso, visito con mis alumnos su casa museo en la Calle Águila, utilizando para ellos el material didáctico que pueden encontrar en este mismo blog (Filosofía en Secundaria). Desde aquí, pedimos que el 26 de Mayo sea declarado festividad local (en sustitución del dos de enero, Día de la Toma de la ciudad), y que sus restos sean trasladados al cementerio municipal donde puedan ser honrados y visitados.

lunes, 30 de marzo de 2020

Primavera

Mirando por la ventana esta calle desierta, esta ciudad paralizada y silenciosa, quién diría que es la mañana de un lunes de marzo. Dieciséis días ya de encierro colectivo. Todo un país, un continente, el mundo entero confinado en casa, en arresto domiciliario. Las ciudades silenciosas están tristes, pero se oyen los pájaros, el ladrido de un perro, los pasos de un caminante solitario, la campana del reloj de la torre. Y huele a pueblo. En el solar abandonado frente a mi casa, la mediterránea higuera loca va verdeciendo junto al asiático ailanto, mostrando el vigoroso progreso de la primavera, sorda a nuestros avatares. Con versos de Martín Vivaldi en la memoria, los miro con gratitud.  "Desde mis noches sin auroras, desde mi nueva y fría desesperanza, desde la ausencia, desde mi soledad, a ti, árbol despierto en la mañana, yo te saludo: ¡gracias!".
Y ahora, como en las veraniegas siestas de la infancia, me embarga la plácida sensación de que el tiempo y el mundo se han detenido. De que nada es tan importante, nada corre demasiada prisa más allá de dejarse vivir en un despreocupado olvido. 
Así, de improviso, como estallan las grandes calamidades, ha llegado a nuestras vidas esta epidemia. Y también de improviso, rompen nuestras vidas, y lo que, hasta ese momento, habían sido la rutina y la seguridad de un hogar, los amigos o el trabajo, se desvanecen. Con lo puesto, nos vemos arrojados a un océano de incertidumbre y desgracia, y nos volvemos invisibles a los ojos de otros que siguen en su zona de confort sin sospechar que también para ellos, que nos cierran sus puertas con displicencia, acabará cerrándose la noche. Confío en que esta plaga nos haga avanzar hacia una sociedad mejor, pero la agorera sentencia de Sánchez Ferlosio adquiere una fuerza reveladora, y temo que vengan más años malos y nos hagan más ciegos.

jueves, 12 de marzo de 2020

La máscara de la Muerte Roja



En este cuento, gótico donde los haya, Alan Poe nos habla de un príncipe “feliz, intrépido y sagaz” que pretendió burlar una epidemia de peste encerrándose tras los muros de su palacio con sus más allegados. Tan sólo las oscuras campanadas de un viejo reloj de ébano les recuerda la fugacidad de la existencia. Pero la música apaga el incordio de ese eco monótono. Allí se entregan a los placeres, volviendo la espalda a la muerte que, mientras, se enseñorea de la tierra donde moran y mueren sus paisanos: “La Muerte Roja había devastado el país durante largo tiempo. Jamás una peste había sido tan fatal y tan espantosa”.  Pero la muerte no se detuvo. Viajó, atravesó fosos y murallas, hasta alcanzarlo a él y a los suyos. “Había venido como un ladrón en la noche. Y la vida del reloj de ébano se apagó con la del último de aquellos alegres seres”. Ahora, como entonces, no hay fronteras que paren el avance de ciertos males que nos hermanan al género humano mal que nos pese.

lunes, 2 de marzo de 2020

La generación ágrafa



El mismo miedo que observo en muchos de mis alumnos cuando deben enfrentarse a un texto escrito, para leerlo, comprenderlo y comentarlo críticamente, lo he visto en las calles de las zonas turísticas de Granada. Un viajero se detiene ante la imponente belleza de la Alhambra y sus bosques vistos desde el Paseo de los tristes, solitario aún en las primeras horas de esta mañana. Desenfunda inmediatamente su móvil para hacer una foto o un vídeo. No es capaz de permanecer quieto y en silencio (padece horror vacui); y, menos aún, de entrar en diálogo consigo mismo ante esa grandeza. También sabe que no habrá ocasión para contar a un familiar o a un amigo lo que vio o lo que sintió en ese momento mágico, porque no habrá un oído dispuesto a escucharlo; o, de haberlo, su falta de costumbre hará inútil el esfuerzo por enhebrar un discurso eficaz para tan noble empeño descriptivo. Una foto o un vídeo resuelve la cuestión sin más. Una imagen más que viajará por las redes y que, inmediatamente, quedará reducida a escombro virtual y a espejismo de experiencia para quien la hizo. Lenguaje y pensamiento son la misma cosa: Logos era el término griego para referirse a ambos. Pero nos estamos quedando sin palabras. Somos una generación ágrafa, aléxica y afásica.