Si la historia no fuera siempre una teodicea cristiana disfrazada, si se hubiera escrito con más justicia y más fervor de simpatía, estaría muy lejos de poder prestar hoy el servicio para el que se emplea, a saber, como opio contra toda tendencia revolucionaria e innovadora.
NIETZSCHE, Consideraciones intempestivas, 3, IV
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