domingo, 18 de mayo de 2014

POR UNA REGENERACIÓN DEMOCRÁTICA DEL SISTEMA



PRINCIPIOS GENERALES
-La libertad es el derecho absoluto de todo hombre y de toda mujer adultos de no juzgar sus actos más que según su propia conciencia y su propia razón; haciéndose responsables primero de sí mismos y luego de la sociedad que ellos han aceptado voluntariamente.
-El ser humano no es realmente libre más que entre personas igualmente libres; la esclavitud de un solo ser humano ofende a la humanidad y niega la libertad de todos.
-La libertad de cada uno, en consecuencia, sólo es posible mediante la igualdad de todos. La realización de la libertad por medio de la igualdad, en principio y de hecho, es justicia.
-El orden en la sociedad debe ser el resultado de la libertad individual mayor posible, así como de la libertad a todos los niveles de la organización social.
-La organización política y económica de la vida social no debe estar dirigida, como sucede ahora, de arriba abajo (del centro a la periferia) imponiendo la unidad por medio de una centralización forzada. Por el contrario, debe reorganizarse para dirigir de abajo arriba (desde la periferia al centro) según el principio de asociaciones y federaciones libres.
-Proclamamos a la razón humana como único criterio de verdad; la conciencia humana como base de justicia; la libertad individual y colectiva como única fuente de orden en la sociedad.

ORGANIZACIÓN POLÍTICA
-Es imposible determinar una norma concreta, universal y obligatoria para el desarrollo interno y la organización política de cada nación. No obstante, sin ciertas condiciones
absolutamente esenciales, la práctica de la libertad sería imposible. Estas condiciones son:
1. Libertad absolta de culto. Abolición de todas las religiones estatales y de toda las iglesias privilegiadas, incluyendo aquéllas mantenidas o apoyadas por subsidios estatales.
2. Las religiones no deben disfrutar de los mismos derechos políticos que se dan a las asociaciones de producción; tampoco se les puede confiar la educación de los niños, ya que simplemente existen para negar la moral y la libertad y para hacer ganancias con la actividad lucrativa de la brujería.
3. Abolición de la monarquía.
4. Absoluta igualdad de derechos políticos para todos los hombres y todas las mujeres.
5. Abolición, disolución y desmantelamiento del Estado centralizado, alter ego de la Iglesia. Abolición del poder judicial estatal: todos los jueces deben ser elegidos por el pueblo. Abolición de los bancos y demás instituciones de crédito. Abolición de toda administración centralizada, de la burocracia, de todos los ejércitos y policías estatales permanentes.
6. Reorganización interna de cada país sobre la base de la libertad absoluta de cada individuo, de las asociaciones produtivas y de las comunidades. Reconocer el derecho de secesión y el derecho absoluto a la autodeterminación.
7. Derechos individuales:
-Derecho de todo hombre y toda mujer, desde el nacimiento hasta la mayoría de edad, a todos los gastos de entretenimiento, ropa, alimentos, vivienda, cuidados y formación (escuelas públicas, educación primaria, secundaria y superior, artística, industrial y científica), todo ello a expensas de la sociedad.
-La libertad de los adultos de ambos sexos debe ser absoluta y completa.
-Libertad ilimitada de propaganda, de opinión, de prensa, de reunión pública o privada. Libertad absoluta para organizar asociaciones.
-La libertad puede y debe defenserse únicamente mediante la libertad: proponer la restricción de la libertad con el pretexto de que se la defiende es una peligrosa ilusión.
8.La unidad básica de toda organización política en cada país debe ser la comunidad completamente autónoma, constituida por el voto mayoritario de todos los adultos de ambos sexos. Esta elije a todos sus funcionarios, legistadores y jueces.
9.La provincia no debe ser otra cosa que una federación libre de comunidades autónomas.
10.La nación no debe ser otra cosa que una federación de provincias autónomas.
11.Principios de la Federación Internacional. La unión de naciones que forme la Federación Internacional estará basada en los principios enunciados anteriormente.

ORGANIZACIÓN SOCIAL
-La igualdad política sólo será posible cuando haya igualdad económica y social.
-La igualdad económica y social significa la nivelación de la riqueza personal, pero sin restringir lo que una persona pueda dquirir por su propia capacidad, energía productiva y economía.
-La igualdad y la justicia exigen únicamente que la sociedad esté organizada de tal modo que cada ser humano –desde su nacimiento, pasando por la adolescencia y la madurez- encuentre medios idénticos, primero para la manutención y educación y, más tarde, para el ejercicio de todas sus capacidades y aptitudes naturales.
-Abolición del derecho de herencia.
-El trabajo es la base de la dignidad y de la moral humanas.
-La tierra y todos los recursos naturales son propiedad común de todos, pero sólo serán utilizados por aquellos que los cultiven con su propio esfuerzo. Sin expropiación, tan sólo con la poderosa presión de las asociaciones de trabajadores, el capital y los medios de producción caerán en manos de aquellos que producen la riqueza con su propio trabajo.
-Abolición, no de la familia natural, sino de la familia legal, basada en la propiedad y la ley. El matrimonio civil y religioso será reemplazado por el matrimonio libre.
-Los padres tienen derecho a cuidar y orientar la educación de sus hijos bajo el control último de la comunidad que se reserva el derecho y la obligación de quitar los hijos a aquellos padres que, por su ejemplo, trato cruel o inhumano, desmoralicen o perjudiquen el desarrollo físico y mental de sus hijos.
-Los niños no pertenecen ni a sus padres ni a la sociedad. Se pertenecen a sí mismos y a su propia futura libertad. Hasta tener la edad suficiente para ocuparse de sí mismos, los niños deben criarse según la orientación de sus mayores.
-La escuela laica debe reemplazar a la Iglesia. La razón, la verdad, la justicia, el respeto por sus semejantes, el sentido de dignidad personal, que es inseparable de la dignidad de los demás, el amor a la libertad personal y la libertad de todos, la convicción de que el trabajo digno es la base y la condición de los derechos: éstos deben ser los principios fundamentales de toda educación pública. A medida que los niños crecen, la autoridad dará lugar siempre a mayor libertad, de modo que, cuando llegue a la adolescencia, sea completamente libre y olvide que, en la infancia, tuvo que someterse inevitablemente a una autoridad. La esencia de toda educación moral es la siguiente: inculcar a los niños el respeto por la humanidad para hacer de ellos mujeres y hombres buenos. La sociedad esperará de ellos que cumpla únicamente estas tres obligaciones: que permanezcan libres, que vivan de su propio trabajo y que respeten la libertad de los demás.
-Los ancianos y los enfermos disfrutarán de todos los derechos políticos y sociales y serán mantenidos generosamente por la sociedad.
-La "Santa Alianza" de la contrarrevolución mundial y la conspiración de los reyes, el clero, los nobles y la burguesía, constituye una fuerza abrumadora. Contra esta reacción la revolución aislada de un solo pueblo nunca tendrá éxito. Semejante revolución sería una locura, una catástrofe para el país aislado y constituiría un crimen contra todas las demás naciones. De ello se desprende que el levantamiento de un solo pueblo no debe tener un objetivo particular, sino el de todo el mundo. Esto exige un programa mundial a fin de canalizar las pasiones de todas las masas populares de Europa, prescindiendo de la nacionalidad. Este programa sólo puede ser el de la revolución social y democrática, cuyo objetivo es: libertad para todos, para los individuos y las corporaciones colectivas, las asociaciones, las comunidades, las provincias, las regiones y las naciones.

Mijail Bakunin, Catecismo revolucionario [1866]  (Fragmentos), Tusquets. Barcelona, 1977 (Edición a cargo de Sam Dolgoff). Págs. 84-107.